Nuestra historia comienza cuando Ceferino Mata, después de formarse en Alcalá, comienza a trabajar con Don Miguel, primer propietario de Pastelería La Moderna, situada desde 1904 en la Plaza de la Constitución de Arganda.
Como los hijos de Don Miguel se marcharon de Arganda, traspasó el pequeño negocio a Ceferino. Aquí comienza la familia Mata su andadura en La Moderna.
Ceferino se casa con Juana en 1935. Las Tortas de Arganda y los bollitos de aguardiente que salían de su obrador pronto ganaron merecida fama. Su hijo Paco, quien aprende el oficio de su padre y de “Casa Molinero”, comienza a ayudar en el negocio desde niño, primero vendiendo Tortas de Arganda en un canasto de mimbre en la estación del tren de Arganda y más tarde en la parada de los coches de línea de la Plaza.
En los años sesenta, Paco y su esposa Pepi se hacen cargo de la pastelería e introducen nuevos productos como el turrón y el mazapán. Dada la reputación que adquirieron, las familias comenzaron a utilizarlos como obsequio para doctores y abogados.
Gracias a sus productos navideños, La Moderna adquiere gran fama y familias de distintos puntos de la Comunidad de Madrid se acercan a comprarlos.
Su hijo Javi se inicia en el oficio aprendiendo de su abuelo, su padre y en la Escuela de Pastelería de Madrid. Tras su formación, obtiene la segunda posición en el Certamen Nacional de Pastelería y Confitería convirtiéndose en Maestro Pastelero.
La tercera generación continua cuando, en los años 90, Javi y su mujer Piluca se hacen cargo de La Moderna, se amplía la oferta con la elaboración de pan y la apertura de un nuevo local con cafetería, en La Poveda.
Desde entonces, cada mañana elaboramos nuestros productos de manera artesana y con materias primas naturales de primera calidad, manteniéndonos así fieles a nuestra historia.